Enagás obtuvo un beneficio neto de 100,7 millones de euros en el primer trimestre de 2015, un 1% superior a la cifra registrada en el mismo periodo del año pasado, en línea con los objetivos marcados para el ejercicio.
A este ligero incremento ha contribuido la aportación de los activos internacionales, fundamentalmente Transportadora de Gas del Perú (TgP) y Compañía Operadora de Gas del Amazonas (COGA), que no contribuyeron en los resultados del primer trimestre de 2014.
Situación financiera
Al finalizar el trimestre, el endeudamiento financiero neto de Enagás ascendía a 4.023 millones de euros y la disponibilidad financiera a 2.715 millones. Más del 80% de la deuda era a tipo fijo.
Desde el comienzo del ejercicio, Enagás ha realizado dos emisiones de bonos por un total de 1.000 millones de euros, con plazos de 8 y 10 años, con un coste de financiación históricamente bajo para una emisión de deuda corporativa en España.
Todo ello pone de manifiesto la buena situación financiera de Enagás para seguir avanzando en el cumplimiento de sus objetivos estratégicos.
Inversiones
En los tres primeros meses del año la compañía ha invertido un total de 50,5 millones de euros. De esta cifra, 40,9 millones corresponden a inversiones en España y 9,6 millones a proyectos internacionales en curso.
El pasado 23 de marzo, Enagás y la compañía belga Fluxys alcanzaron un acuerdo para la adquisición de Swedegas, propietaria de la red de gasoductos de alta presión de Suecia y operadora del Sistema Gasista sueco. La operación, cerrada el 15 de abril, tiene un claro encaje estratégico con el negocio principal y de crecimiento de Enagás.
Magnitudes físicas
La demanda de gas natural en el mercado nacional creció un 6,5% en el primer trimestre con respecto a la registrada en el primer trimestre de 2014, ligeramente por encima de las estimaciones de cierre para el año 2015.
Este incremento se ha debido fundamentalmente a un aumento del 3,2% de la demanda convencional, como consecuencia de unas temperaturas más frías que las del año pasado; así como al incremento de la demanda de gas para generación eléctrica (+31,4%) por una menor generación de energía hidráulica y eólica y una mayor demanda eléctrica.